Esta figura sin cresta, atributo de las mujeres Mossi, se asienta sobre largas piernas curvas. La estrechez de los hombros, prolongados por los brazos separados del tronco, contrasta con las caderas, que se ensanchan progresivamente desde el busto arqueado. En la cabeza destacan las tradicionales escarificaciones lineales. Estas tallas se han vuelto más raras debido a las conversiones de sus dueños al Islam. La pátina generalmente proviene de aplicaciones renovadas de manteca de karité. Los jefes Mossi tienen estatuas prestigiosas reunidas en la casa de los espíritus ancestrales, y las de los adivinos, que representan a los antepasados, tienen una pátina sacrificial. Preciosa pátina de uso, grietas de desecación. Pigmentos residuales ocres. El Alto Volta, Burkina Faso desde la independencia, está formado por los descendientes de los invasores, jinetes llegados de Ghana en el siglo XV, llamados Nakomse, y los Tengabibisi, descendientes de los nativos. El poder político está en manos de los Nakomsé, quienes afirman su poder a través de estatuas, mientras que los sacerdotes y líderes religiosos son de los Tengabisi, quienes usan máscaras durante sus ceremonias. Animistas, los Mossi veneran a un dios creador llamado Wendé. Cada individuo estaría dotado de un alma, sigha, ligada a un animal totémico.
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