Extracto de una colección de arte tribal belga africano de 16 piezas que representan diferentes temas. Esta escultura zoomorfa proviene del noreste de Nigeria, cerca del lago Chad, en los alrededores de Maiduguri, en el estado de Borno, que actualmente es relativamente inaccesible porque está controlado por grupos islamistas armados. El idioma dominante es Kanuri. Se trata de una pieza rara, asociada a espíritus protectores, que se enterraba en el suelo con el fin de preservar las cosechas de animales o ladrones. Las familias Damasaka, una etnia minoritaria muy poco conocida en la región, tenían este tipo de objeto ritual. No tenemos información sobre ellos. La escultura forma una detallada representación figurativa de un jabalí. Sobre el sujeto quedan crecimientos sólidos de aspecto esponjoso. Aparece una pátina cardenillo bajo la gruesa película de color marrón ocre granulado.
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