Guardianes relicarios en el arte africano de Gabón. Este tipo de estatua africana masculina encarna el espíritu de un antepasado. Esta escultura tribal, conservada por el esa, el hombre más anciano de la familia, estaba destinada a un relicario en el que se guardaban los huesos de los antepasados. El orificio debajo de las costillas se hizo con fines rituales. Pátina caoba brillante, restauración nativa (grapa), erosiones y grietas. Las reliquias de los antepasados más notables se guardaban en cajas cilíndricas de corteza cerca del lecho del jefe del linaje, iniciado en el culto familiar a Byéri. Coronados por una efigie humana que afirmaba su identidad, contribuían a la protección de sus descendientes mediante sacrificios regulares. Los ritos de iniciación, prohibidos a mujeres y niños, se realizaban bajo la influencia de una sustancia alucinógena, Alan, tomada de los pigmeos. Pero durante ciertas celebraciones, las estatuas eran separadas de sus palcos y llevadas en desfile.
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